Formar parte de la vida cotidiana siempre te hace rimar con personas desconocidas que, finalmente, son el entramado diario de afectos y conversaciones. La Rima de tus Huellas llega a las manos de Marta.
Somos parte de este refugio donde todos buscamos el remanso de nuestro hogar y, también, de los vecinos que soñamos con volver a casa sin novedad. Seguiremos rimando las conversaciones de acera para entender cada segundo de este caminar...
Gracias, querida Marta...
Te compro tu voz
entrecortando esta calma
sin necesidad de exclamar
con tintineo de escarcha...
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