ENTRE LAS SENDAS DE MEDEIROS

 Recorremos recunchos de mi aldea para encontrar, en cada suspiro manos, que saben a generaciones de la familia propia. Mientras quedan sus recuerdos, los que vamos quedando seguimos tejiendo las redes vitales de familias eternas que saben a vientos de eternidad.

 Gracias, querida Marilise. 

Contigo quedan estas rimas para compartir.





Eres la ausencia sin retorno
la que busca los recodos,
entre caminos y estorbos
la esfinge de tu calma...

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