Mi familia siempre ha sabido de distancias y ausencias. El camino de casi todos encontró las sendas que aparejan la vida de cualquiera de nosotros. Pero siempre hemos sabido regresar donde todo empezó para rimar cada una de las vidas que nos acompañan. Y así llega a otro corazón familiar hasta Barakaldo. Allí, entre las manos de Puri, sabrán de pasados y presentes, para sentarnos al lado de muchos recuerdos.
Gracias, querida Puri...
Era el camino ardiente y oscuro
con zancadas de miedo y cuero
para atravesarlo solo y corriendo...
Comentarios
Publicar un comentario