Rimar la vida con sus alegrías y sus penas, entre amores y deseos que juegan en la memoria personal pero con la complicidad de quienes te acompañan. Así regresamos a tierras de quienes forman parte de tu vida a pesar de las distancias que se repiten día a día. Pero también ayuda a compartir huellas.
Gracias, mi querida Marina...
Era el camino ardiente y oscuro
con zancadas de miedo y cuero
para atravesarlo solo y corriendo...
Comentarios
Publicar un comentario