Entre los paseos diarios también se quedan las rimas con quienes compartes los minutos de lo cotidiano, entre el cariño del asfalto y las palabras de aliento de este andar de la vida. De forma muy especial entre los que sueñan desde la lectura y el amor a los libros que tanto nos hace viajar por lo mejor de nosotros mismos.
Parece como un viaje eterno
en ese tren que se pierde
esperando sentado el deseo
con la esperanza de despertar...
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