Teníamos pendiente un café desde hace mucho tiempo. Como los versos que se quedan enganchados a los días compartidos con quien sabes que siempre está ahí. Y como un buen rimar llegó el momento de la excusa de cualquier café para darle tiempo vital a esta vida que a veces nos hace correr demasiado y parar de golpe. Benditas tardes para dejarte mis rimas y tú el buen rimar.
Gracias, Remi....
Hay siempre una palabra
que escucha sueños
para jugar con la esperanza...
Comentarios
Publicar un comentario