Seguimos acunando versos gracias a los viajes que emprendemos para compartir rimas que saben a vida y recuerdos. Llegamos hasta tierras bilbainas donde las huellas del rimar se quedan en manos de quienes saben de familia e infancia. Un placer quedarse en un rincón familiar de Galdakao.
Gracias, querido Josechu...
Son los pasitos pequeños
los que suenan a redoble
buscando a mamá en una voz.
Pero parte el tiempo que nos queda
a galope de recuerdos por llevar,
como el viento que empuja el camino
como la vida que nunca quiere esperar...
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