Siempre resuena una alegría inquieta y nerviosa al ver tu libro entre las manos de cualquier lector. Pero en esta ocasión reaparece la sensación de tiempo forjado de veranos compartidos en el lugar que sirvió de paraninfo para rimar mis letras. Y ahí está, de la mano de Xose para acompañar este recordar que redime tantos poemas. Siempre en el corazón... Gracias, querido amigo.
"Estoy volviendo el rostro
para no soltarte de los ojos,
resbalándote entre pliegues
y acunarte desde dentro...."
(En recordo a teu pai)
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